martes, 1 de diciembre de 2015

ACTIVIDAD VOLUNTARIA: L. Fante

BIOGRAFÍA DE LUIS FANTE:


Luis Fante, músico y peluquero, conocido en el mundo entero como L. Fante. Nacido en un pequeño y frío pueblecito de Madrid en la década de los 50.

Apasionado con su deber como peluquero e ilusionado con su profesión musical. Pasó largos periodos de su vida tratando de ocultar su apellido, con tendencia a provocar una risa demasiado fácil a quiénes lo unían con la inicial de su nombre. Además tenía unos grandes y pesados complejos físicos, lo que afloraba aún más la broma. Él siempre quiso ser médico pero temía ser llamado Dr. L. Fante, aspecto del que no se libró gracias a su virtuosismo musical.

Con el tiempo aprendió a vivir con ello, con su “apodo” fatal y con 10 kilos menos. Abandonó para siempre el oficio de peluquero y se dedicó plenamente a la música. Su nombre dejó de ser interesante para los graciosos y empezó a ser frecuente en las conversaciones de los estudiosos. 

Llegó a ser una gran celebridad mundial, siendo él curiosamente quien, al final de su vida, bromeaba con su propio nombre.


A los 85 años de edad, L. Fante falleció y en conmemoración suya, aquellos seres más allegados y queridos en su vida, mandaron construir un gran monumento con forma de elefante en el centro de su pueblo natal.



CONCLUSIÓN:

Este fue el resultado de una  actividad que nos propuso la profesora de Literatura en una de sus clases. En 30 minutos debíamos escribir la Biografía de un personaje ficticio llamado L. Fante (Luis Fante) que tuviera un poco de gracia sin intercambiar palabra con nuestros compañeros.

Antes de comenzar dicha actividad estuvo compartiendo con nosotros algunas Biografías de libros que ella conocía, cada cual más curiosa y original que la anterior. Aquellos textos parecían fáciles de crear, en mi cabeza ya rondaban algunas ideas. Pero como bien digo… parecía. Hasta el momento en que tuvimos que enfrentarnos a una hoja en blanco y depender de tan solo media hora para tirar de nuestra inventiva y originalidad. Y no sé la de los demás, pero mi mente estaba aún más en blanco que el papel que tenía preparado encima de mi mesa, y a juzgar por las caras de mis compañeros algo similar les estaba ocurriendo.

Pero, ¿qué nos estaba pasando? No era la primera vez que escribíamos relatos, cuentos, descripciones, argumentaciones, reflexiones… Entonces nos dimos cuenta: la presión estaba pudiendo con nosotros. Una actividad tan divertida y original como la creación de una Biografía de un personaje con nombre de elefante, sujeta a la cuenta atrás del reloj empezó a ser un poco frustrante para nosotros.

Y así, poniéndonos durante unos minutos en la piel de alumnos de primaria que han de terminar una creación literaria antes de acabar la clase, con muy poca o ninguna experiencia en la realización de este tipo de redacciones, comprendimos la presión a la que se somete a los niños y niñas muchas veces de forma innecesaria.

De hecho, recuerdo haberme sentido así en bastantes momentos a lo largo de mi trayectoria académica. Acabas creyéndote que lo que el profesor o profesora te está proponiendo para esa clase no es para ti, que no eres capaz de hacerlo… produciéndose un bloqueo.

Quizá la solución esté en empaparles de textos creados por nosotros mismos o seleccionados para que los tomen como punto de partida, llevar a cabo actividades de iniciación a la creación de textos literarios en el aula, darles la oportunidad de compartir e intercambiar ideas con sus compañeros… Y también, dedicarle más tiempo a este tipo de actividades, que los alumnos tengan la oportunidad de continuar con ellas en un ambiente más tranquilo y relajado como su habitación o la biblioteca en la que no sientan ningún tipo de presión.








1 comentario: